Una corona dental es una solución adecuada para evitar la pérdida de piezas dentales dañadas. La protección que ofrecen las coronas dentales y su duración permiten que muchas personas opten por esta solución bucodental, a continuación vamos a analizar qué es una corona dental y en qué situaciones suponen una solución adecuada.

Qué son las coronas dentales

Una corona dental es una protección capaz de cubrir por completo un diente dañado por diversos motivos.

La rotura de una muela no solo provoca que parte de la pieza sea dañada, además debilita el resto del diente, provocando que pueda perderse a corto o medio plazo. La corona es una funda completa que se adhiere de forma inmediata sobre el diente, y que refuerza la parte externa, impidiendo que la pieza pueda desprenderse. 

Una de las ventajas de las coronas dentales es que imitan perfectamente la textura, el color y en general, la apariencia del diente, y por lo tanto pasan desapercibidas por completo, siempre que se lleve a cabo un estudio previo para establecer las cualidades de las piezas cercanas. 

En términos generales, una corona dura entre 15 y 20 años, aunque es posible mantenerlas durante más tiempo, siempre que la higiene bucodental sea la correcta y proteja la estructura de la corona. 

Cuándo se debe recurrir a las coronas dentales

Es responsabilidad de los especialistas bucodentales decidir en qué situaciones será necesario disponer de una o varias coronas dentales, pero por lo general, estas son las causas más comunes:

  • Cuando la cavidad de un diente dañado es demasiado grande como para realizar un proceso de relleno. Cuando es imposible rellenar un hueco dental, se recurre a un implante de corona. 
  • Si el diente está muy desgastado, presentando por ejemplo grietas o pequeñas roturas que pueden generar daños mayores, también es recomendable optar por una corona dental. 
  • Después de una endodoncia el diente puede desgastarse, en estos casos se puede optar por una corona dental para reforzar su estructura. 
  • En ocasiones las razones son estéticas, y es que mediante una corona podemos recuperar el aspecto sano del diente.

 

Las coronas tienen un alto nivel de éxito, y en la mayoría de los casos se logra reforzar el diente de manera exitosa. El principal perjuicio es que durante los días posteriores al tratamiento es posible sufrir hipersensibilidad dental o pequeñas molestias, que desaparecen con los días.